Los Guerreros Aztecas se formaron junto con los Cóndores y Águilas Reales en 1970. Al equipo de los Pumas, solamente le cambiaron de nombre por el de Cóndores, conservando a Manuel Neri como Head Coach.
Las Águilas Reales contaron con la participación de cerca de 15 jugadores de los Pumas y con el equipo de intermedia de Químicas Veterinaria, campeón durante cinco años consecutivos.
Formaron la base de los guerreros, la mayoría de jugadores del equipo de intermedia de Comercio–Prepa 5, que en 1970 fue campeón de su grupo, además de todos los jugadores que no quisieron estar en los otros dos o fueron rechazados por éstos (tres Pumas).
También fueron repartidos los equipos de intermedia y juvenil como semilleros para cada uno de los nuevos equipos.Con la creación de estos equipos, los tres con sede en ciudad universitaria, se establecieron unas características muy definidas.
Un coach de los guerreros hacía una parábola, decía que los Cóndores eran el lobo feroz, fuerte, voraz, egoísta, prepotente y suponían que tenían el derecho, casi divino, de poseer toda la Universidad para ellos solos. Los Guerreros Aztecas eran los tres cochinitos, que andaban buscando un lugar en el campus universitario, para construir su casa. Buscaron como los antiguos mexicas que llegaron al Valle de México, de rostro desconocido, el lugar dónde fundar su ciudad.
Encontraron y se apropiaron por la fuerza de unas instalaciones construidas para el calentamiento de los atletas en los Juegos Olímpicos del 68, al sur del estadio olímpico y las hicieron su campo de entrenamiento. Las Águilas Reales, decía el coach, eran el hermano rabito, nomás mirando.
El lobo feroz le tiró varias veces su casa a los guerreros (los cochinitos), pero éstos engordaron y se fortalecieron, al poco tiempo se hicieron competitivos, después de ser uno de los equipos más mediocres de la liga. El lobo feroz ya no les pudo tirar su casa.
¿El hermano rabito?, nomás mirando.
Cuando los guerreros fueron el mejor equipo de la UNAM, en 1975, pudo haber tomado el liderazgo de los universitarios, pero los encargados de esto, no pudieron construir una organización (su casa, siguiendo con la parábola) fuerte e indestructible.
Los Cóndores (el lobo feroz) los arrolló nuevamente y mantuvo la hegemonía sobre los otros dos, principalmente, podemos suponer, que nacieron con la bendición de los Pumas y de todos los que se identificaban con ellos (los Pumas).La actuación en la temporada de 1975, le duró a los Guerreros Aztecas, cerca de 10 años, ese impulso los hizo un equipo respetable, con jugadores de una gran calidad. Pero, la primera mala decisión que tomaron, fue la de entregarle a los Cóndores la selección de 1975.
Después (la peor decisión) la de querer ser como los Cóndores, siendo que su esencia jamás fue parecida, los guerreros nacieron de la nada, todo lo que obtenían les costaba grandes esfuerzos, seguido de agradables satisfacciones, así como discriminación y humillaciones (deportivas), no tenían la bendición, ni la estirpe azul y oro, nacieron con estiércol entre los dedos (Mika Waltari en Sinuhé el egipcio).
Quiero hacer un paréntesis aquí, para aclarar, que en lo personal no tengo nada contra los Cóndores, no les tengo envidia, ni me siento inferior, soy un profesionista preparado en la UNAM y soy tan altanero, valiente, alentado, brioso, gallardo y airoso como lo somos la mayoría de los universitarios.
El hablar de los Guerreros Aztecas y tratar de explicar su existencia, siempre tendremos como primera referencia a los Cóndores y la Águilas Reales, para bien o para mal. Ganar un campeonato –los Cóndores ganaron muchos–, me hace sentir bien, mas no me hace, por ese simple hecho, un ganador en la vida.
Bien, llegamos a 1987 y los guerreros no ganaron un solo juego, esta situación provocó la salida del coach Antonio Paz. En ese momento el futbol americano de la Universidad pasaba por uno de sus mejores momentos, los Osos de la ENEP Acatlán obtuvieron el campeonato de liga mayor, impidiendo que los Cóndores fueran campeones por quinta ocasión consecutiva.
Pero también nos encontramos con la peor temporada de los Guerreros Aztecas en toda su historia, las Águilas Reales y los Huracanes de la ENEP Aragón, fueron rehabilitados después de perder el apoyo de la Institución el año de 1986, a causa del inició del movimiento, por algunos exjugadores de los Pumas de los años 50 y 60, de desaparecer los equipos y tener la representación de uno solo (los Pumas).
Teníamos que reestructurar (modificar la distribución de las partes o estructura de una obra, disposición, empresa, proyecto, organización, etcétera), en este caso, a los Guerreros Aztecas. Estas medidas se deberían tomar porque algo estaba mal en el equipo, cuando una organización inicia su caída, entra en un círculo vicioso en el que no se puede salir fácilmente y en poco tiempo, sobe todo el declive de un equipo con las características de los guerreros.
Las áreas críticas, detectadas en ese momento, fueron las siguientes:Los jugadores habían solicitado a través de sus capitanes (había dos) la destitución del Head Coach, hecho que les hizo creer que ellos tenían el poder en el equipo; se contaba con dos equipos de intermedia, también perdedores; la mayoría de los jugadores de la organización tenían una edad promedio mayor a la del resto de los equipos de liga mayor; la mayoría de los jugadores no eran estudiantes de la UNAM (esta situación sigue igual o peor), no tenían compromiso con la Institución.
La parte medular de este problema estriba en que los deportistas no son parte de la comunidad universitaria, cuándo están en edad de ingresar a los estudios medio–superior (preparatoria), una gran cantidad (probablemente más del 70%), no aprueban el examen de admisión o estudian en otra Institución, pero siguen participando en los equipos de la Universidad, así sucede también en el nivel de licenciatura.
Estos jóvenes se identifican con los equipos, pero no conocen la parte académica de las diferentes escuelas que representan (la mayoría no ha estado en un salón de clases de la UNAM), por lo que podemos suponer que no sienten a la universidad como sienten a sus equipos, el proceso es inverso al formar primero parte de la Institución y después representarla en los diferentes deportes con que cuenta.
Primero forman parte de un equipo de la UNAM pero durante su trayectoria deportiva nunca son parte de la Universidad. Al integrarse en esta forma los equipos de la Institución, los atletas exigen los mismos derechos que los auténticos estudiantes, influyen en las decisiones del propio equipo, sin que tengan ningún vínculo de responsabilidad con la Institución que les está prestando un servicio como parte de sus estudiantes.
Siguiendo con el diagnóstico, las categorías infantiles eran manejadas por personas ajenas a la organización, creando muchos compromisos para la institución, pero ningún beneficio; las instalaciones se usaban sin control, el gimnasio era obsoleto y en muy mal estado, lo usaban jugadores, exjugadores, trabajadores, funcionarios de la Dirección, amigos de los jugadores, amigos de los amigos, al grado que eran propietarios de los lockers.
Se tenía la nómina de entrenadores más baja de las cinco organizaciones de la Universidad, los entrenadores tenían plazas de honorarios.Éstos eran algunos de los problemas con que nos encontramos. ¿Qué teníamos que hacer para remediar esto? ¿Alguien sabe cómo se reestructura un equipo de futbol americano?
Los jugadores jamás van a reconocer que son parte de las derrotas de su equipo, todos, hasta los de la banca, son los mejores jugadores del mundo y si pierden, es culpa de los entrenadores. Pero no solamente eluden la responsabilidad, sino que quieren que alguien pague el haber perdido, los que se hacen acreedores a esta culpa son siempre los entrenadores en jefe y lo quieren cambiar y si no pueden, quieren que el Head Coach sea un empleado de ellos, sugieren a que entrenadores asistentes se deben contratar y quieren participar en todas las decisiones de la organización (en todas).
La primera medida que tomé fue la de quitarles poder a los jugadores. Organicé a un grupo de ellos y destituyeron a los capitanes, nombrando otro de ese grupo. A un capitán, el principal promotor de la destitución del Coach Paz, le di de baja, con el pretexto de que no se presentaba al entrenamiento de pesas.
Con esto traté de aliarme con los jugadores, fracasando, debido a que los dos años siguientes no ganamos ningún juego y bajamos a la segunda división, el culpable seguía siendo el Head Coach, no importa quién fuera. Al principio les hablaba muy propiamente, terminé hablando como cargador (con respeto para a los cargadores).
Otro objetivo de la reestructuración era el de renovar por completo a los jugadores, dando preferencia a los jugadores nuevos (dentro de los posible). También dimos preferencia a los jugadores que estudiaban en la UNAM (dentro de lo posible).
El problema de esta medida era que, al ser un equipo perdedor y luego en la segunda división, no llegaban ni los jugadores de nuestros semilleros. Para lograr más o menos lo anterior, conservamos los equipos de intermedia de ciudad universitaria (Buitres de Prepa 1) y el de la prepa 8 (Leopardos), creando uno nuevo en la prepa 5 (de dos pasamos a tres).
Le quitamos las infantiles a las supuestas Asociaciones Civiles y comenzamos a captar recursos financieros para la organización. El centro infantil de la prepa 8 se siguió manejando con independencia, cerramos el centro de la prepa 5 (nos quitaron el campo de entrenamiento) y concentramos todos los recurso en el centro de ciudad universitaria. Tomamos el control administrativo y deportivo de las infantiles y como consecuencia les dimos seguimiento a los jugadores. Una generación de infantiles de la prepa 5, fue campeona en juvenil, dos veces en intermedia y una el liga mayor (el único campeonato).
Como no teníamos éxito deportivo en liga mayor, la estrategia fue la de invertir en las instalaciones, con la construcción de tribunas, cercado, pasillos, sanitarios y hasta una tienda en el campo 6 (para esto recibimos una gran ayuda del Coach de los Cóndores, Diego García Miravete).
También compra de utilería, pesas y uniformes, entre otras cosas. Con esto, el objetivo era el de darle un valor agregado a las instalaciones, tratando de demostrar que se estaba trabajando y nos diera tiempo de que llegaran los jugadores de nuestros semilleros. Por qué esta medida, desde principio de los años 90, los partidarios de que surgieran nuevamente los Pumas, se reunieron e iniciaron pláticas con las autoridades de la Universidad, solicitando la desaparición de los equipos y formar uno solo.
Se plantearon una serie de argumentos y ofrecimientos que algún día les platicaré con detalle. Por supuesto que los guerreros nunca estuvieron de acuerdo con desaparecer, lo que se había hecho impidió que existiera una sola opinión o una sola solución, los guerreros frustraron sus intenciones en 1995, cuando obtuvieron el campeonato de la Conferencia Nacional y contaban con los mejores semilleros de la UNAM.
Pero insistieron y fue hasta 1997 cuando lograron hacerlo.La renovación de jugadores se fue dando muy lentamente, la actitud de muchos de ellos no cambiaba, se iban unos negativos y llegaban otros. Pero las camadas de jugadores ganadores de nuestros semilleros, predominaron inicialmente y se logró la difícil reestructuración.
Quiero hacer énfasis, en que se hace una redistribución de las partes de una organización cuando éstas están mal, si el equipo es campeón seguramente que no es necesario hacer esta reestructuración, ese fue el problema de los guerreros y tal vez de otros, todos quieren reestructurar aunque esté bien ¿sabrán qué es eso?
Reciban un saludo.
Julio González Gómez
Entrenador en Jefe de los Guerreros Aztecas UNAM de 1988 a 1995 y de los Frailes de la Universidad del Tepeyac de 1998 al 2000. El año del 2004 no me contó como coach por no terminar la temporada.
